Soledad,
duras palabras se ciernen sobre mi, como la oscura noche precede a la
luz del sol. Mi corazón llace en el frió suelo hecho pedazos, como gotas
de lluvia mis lágrimas se vierten poco a poco sobre el árido terreno,,
devastado por el paso de ese tornado devastador, llamado amor. La
esperanza como suave brisa que transporta dulces aromas a jazmines y
eneldo. Una brigna de fe lucha por florecer en este desierto llamado
desesperación. Con algo de tiempo y perseverancia se fue formando un
oasis que con sus tonos de azules y verde dio a los sedientos de
conocimiento un motivo para seguir adelante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario