Cada tic-tac del reloj, me dice que va quedando menos para tenerte de
nuevo entre mis brazos. Pero el tiempo aunque transcurre como siempre, me
parece que el reloj corre al revés para impedir que nuevamente nos veamos, porque
el tiempo se me hace eterno. Ya ha transcurrido un mes casi desde que te
fuiste, y aquí me quede echándote de menos incluso ya antes de acompañarte a la
estación, pensando que iba a hacer este tiempo sin ti. Que solitarios serian
mis días, y que frías las noches sin tu calor. Que duro amanecer y no tenerte a
mi lado, empezar el día sin esa fuerza que me daban tus besos. Salir del
trabajo sabiendo que no estás tú esperándome para recibirme con un abrazo y
para contarte como me ha ido el día, y que contento estoy de llegar a casa, porque
estas tu esperándome. Que bello y dulce es el amor, pero que duro cuando hay
una separación aunque sea temporal. Cuanto dolor debe sentir mi suegra, que
solo puede verte dos veces al año, y como se le partirá el corazón cuando te ve
partir, pensando en si serás feliz con la persona que te espera en la estación,
y deseando que todo te vaya bien. Ya sé que mi cariño nunca podrá igualar al de
una madre, pero si sé que mi corazón te quiere sin medida y mi único deseo es
que tú seas feliz a mi lado, como lo soy yo al tuyo. Eternamente tuyo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario