A veces la vida nos trata injustamente y las lágrimas
nos impiden ver las pequeñas cosas que nos hacen sonreír. Estamos tan
acostumbrados a la tristeza que nos olvidamos de lo que es la alegría. Dedícate
un momento para disfrutar de la vida y haz aquello que te haga feliz. Intenta
olvidar las penas por un momento y date un respiro, prueba a sonreír tu corazón
y tu mente se merecen un descanso de vez en cuando. Hoy he tenido ese momento
para mí en el que he vuelto a sonreír de nuevo, en el que he desconectado de
todo. Y os preguntareis como ha sido? Pues con una de esas cosas pequeñas a las
que no solemos darle importancia y en las que no solemos fijarnos. Y la verdad debería
dedicarme más a menudo esos momentos para mí y buscar esas cosas que me hacen sonreír
en los momentos en los que estoy triste. Pero sé que es difícil, pero tengo que
ser valiente y sacar fuerzas para lograrlo. La risa es algo reparador para el
alma y doy gracias por esos momentos de respiro en los que puedes ser la persona
que era antes y de la que ahora quedan las migajas. Esperanza que bella
palabra, un salva vidas al que poder aferrarse cuando nos sentimos hundidos. Aprovecho
cualquier instante para abrirme y plasmar mis sentimientos en papel, eso
aligera esta pesada carga que llevo a mis espaldas durante estos años. Tengo fe
en que el destino tendrá algo bueno esperando para mí, sino que sentido tendría
la vida si solo hemos venido a sufrir? Hoy cuento algo alegre para variar.
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