A veces la vida nos trata injustamente y las lágrimas
nos impiden ver las pequeñas cosas que nos hacen sonreír. Estamos tan
acostumbrados a la tristeza que nos olvidamos de lo que es la alegría. Dedícate
un momento para disfrutar de la vida y haz aquello que te haga feliz. Intenta
olvidar las penas por un momento y date un respiro, prueba a sonreír tu corazón
y tu mente se merecen un descanso de vez en cuando. Hoy he tenido ese momento
para mí en el que he vuelto a sonreír de nuevo, en el que he desconectado de
todo. Y os preguntareis como ha sido? Pues con una de esas cosas pequeñas a las
que no solemos darle importancia y en las que no solemos fijarnos. Y la verdad debería
dedicarme más a menudo esos momentos para mí y buscar esas cosas que me hacen sonreír
en los momentos en los que estoy triste. Pero sé que es difícil, pero tengo que
ser valiente y sacar fuerzas para lograrlo. La risa es algo reparador para el
alma y doy gracias por esos momentos de respiro en los que puedes ser la persona
que era antes y de la que ahora quedan las migajas. Esperanza que bella
palabra, un salva vidas al que poder aferrarse cuando nos sentimos hundidos. Aprovecho
cualquier instante para abrirme y plasmar mis sentimientos en papel, eso
aligera esta pesada carga que llevo a mis espaldas durante estos años. Tengo fe
en que el destino tendrá algo bueno esperando para mí, sino que sentido tendría
la vida si solo hemos venido a sufrir? Hoy cuento algo alegre para variar.
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CARTA PARA EL MAS ALLA
En nuestros corazones añoranza y tristeza por los
que ya no están entre nosotros. Su recuerdo perdura imborrable en el tiempo.
Flores y velas llenan los cementerios donde descansan nuestros seres queridos.
En muchas casas altares improvisados con sus fotos para sentirlos cerca como si
nunca se hubiesen ido. Sabemos que algún día volveremos a estar todos juntos de
nuevo, ya que nadie se libra de realizar ese viaje. Cuando nos toque sabremos
que no estaremos solos ya que nos estarán esperando al otro lado para
facilitarnos la transición al más allá y nos recibirán con los brazos abiertos
y nos dirán lo mucho que nos extrañaron. Ese día podremos darles todo ese
cariño que habíamos guardado desde el día que se fueron. Los abrazaremos y
tendremos la sensación de que no ha pasado el tiempo y fue ayer cuando se
marcharon. Juntémonos por nuestros seres queridos que ya no están, en una oración
en su memoria como muestra de nuestro cariño hacia ellos y demostrarles que
siempre estarán vivos en nuestros corazones. Y recordarles que no es un adiós,
sino un hasta que nos volvamos a encontrar.
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