30 DE AGOSTO

Desde el corazón una sincera plegaria por el eterno descanso de las almas de nuestros seres queridos. Que hoy ya no están con nosotros, pero por eso no los queremos menos ni nos hemos olvidado de ellos. Siempre llevamos su recuerdo en nuestro corazón. A todos nos viene a la cabeza el nombre de muchos de ellos, personas con las que hemos compartido muchas cosas y algunas que también nos han hecho daño. Pero hemos de creer que en el mas allá cada uno recibe el castigo o el premio según se ha comportado en vida. Por eso hemos de hacer acto de contrición y ver dentro de nosotros como nos hemos comportado en nuestro vagar por esta vida que se nos ha sido prestada. Y pensar en como queremos ser juzgados en el momento en el que nos pidan cuentas a nuestro paso al mas allá. Si somos buenas personas seguir actuando según nos dicta nuestra conciencia y no cambiar aunque el mundo nos trate mal. Y si somos malos aun estamos a tiempo de enmendar nuestra vida y portarnos decentemente pidiendo perdón a aquellos que hemos hecho daño por el camino con un sincero arrepentimiento. Sirvan estas palabras como muestra de cariño hacia nuestros difuntos y encendamos unas velas en su memoria y que la llama de la vela se consuma en su honor aunque la llama de nuestro cariño por ellos nunca se apagara aunque transcurra irremediablemente el tiempo y nos volvamos a reunir de nuevo. A mis abuelos ramon, emilia y natividad; a mi tía abuela soledad; a mi padre florencio. Sin olvidarme de familiares de mis cuñadas y amigos que nos dejaron jóvenes. No quiero dejarme a los familiares de los amigos, etc. Por todos ellos una oración por el descanso de sus almas.